martes, 13 de enero de 2009

Sigilosa

Noviemre 18, 2008

Juan Nepomuceno

Si este lugar tuviese voz
esa sería la grabación de un charro
a media noche.
Y si esa media noche
se tuviese que pintar,
sería el sabor a café o a cigarros
el único color posible.
Y si la somnolencia tuviese un por qué
y si no sintiera tan débiles los brazos
mis ojos dejarían de buscarte
aún sin estar abiertos.

Entonces cuando encierro el humo entre los puños
tu imagen se va entre mis dedos
sólo exprimo tu ausencia
y contengo en mi boca
sus palabras
-la siento rondarme sigilosa-;
la siento en mi frente
arrancando posturas e ideas.

Yo le doy la mano,
acariciamos juntos
la bahía del uno y del otro.

Pero tú te quitas los trapos sucios de mi
mirada
reptas sola
andas como nubes sobre el desierto.
A veces vienes a mí para beber,
tus manos como aves
que se hunden en un manantial
hacen temblar mi cuerpo
como agua.

Y justo cuando está del todo inmóvil
ellas vuelven a beber,
a llevarse un poco más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario